Visité este hotel por primera vez con motivo de un viaje de negocios/placer, me lo habían recomendado con el único "pero" de su localización y la verdad es que para mi, es uno de sus mayores aciertos.
No me importó tomar taxis por las callejuelas de zacatecas centro para lograr llegar a donde iba por mi viaje de negocios pero definitivamente disfruté despertar, abrir la ventana y ver la Catedral ahi mismo, qué maravillosa vista.
El servicio fue impecable tanto en la recepción, en el estacionamiento, y hasta el ama de llaves para recuperar un objeto olvidado luego de mi salida.
Las amenidades son de muy buena calidad y muy surtidas.
Si pudiera pedir algo sería que el area de lavabo/espejo fuera más grande y con más espacio para poner objetos.. pero es realmente un mero comentario.
Las habitaciones que no tienen vista a la plaza mayor, ven hacia el "patio de las cien ventanas" y aunque no las conté, si puedo decir que también es una hermosa vista.
Como detalle debo mencionar que yo no desayuné en el hotel, pero si noté que hubo algunos huespedes que debían esperar para tomar su desayuno debido a la cantidad de locales que acuden al mismo, lo cual sin duda, es garantía de la calidad de sus alimentos, pero siempre el hotel debe proteger a sus huespedes para que tengan preferencia y no pierdan ese consumo extra, yo fui a desayunar al café de enfrente.
Sin duda volveré al hotel emporio en un viaje solo de placer para disfrutar con lujo esa maravillosa ciudad que es Zacatecas