Lo mejor del hotel, en concreto de la habitación en la que me alojé, fueron las vistas sobre la ciudad de Quebec, inmejorables. También hay que destacar la comodidad de la cama, acorde con la de otros Hilton. Sin embargo, se aprecia que el hotel tuvo épocas mejores. Los muebles están en general viejos y desgastados, dando una mala sensación. Hay otros pequeños detalles, como la falta de minibar o el no disponer a estas alturas de una TV plana en condiciones que nos normales en un 4* (la visita es en julio de 2011 cuando cualquier hotelito tiene ya unas TV muy buenas). El personal de la recepción, amable en general, un poco lentos y descoordinados a la hora de resolver problemas. Por ejemplo, tuve que avisar dos veces antes de que vinieran a arreglar el secador, o por un problema con el pago con la agencia, acercarme todos los días, con respuestas diferentes según quien te atendiera. Eso si, al final todos los problemas se solventaron (y el tema del pago no fue culpa del hotel, pero podia haber agilizado el proceso).Más
- Wifi gratuito
- Desayuno incluido