El grado de profesionalidad por parte del personal de este hotel es muy alto. Desde los camareros hasta las limpiadoras, sin olvidar a recepcionistas, cocineros y responsables de animación (sobre todo, Paqui y Jorge) han sido amabilísimos a lo largo de toda nuestra estancia.
La calidad y variedad del buffet está por encima de otros 4 estrellas de la zona y las habitaciones responden a las expectativas en cuanto a limpieza y comodidad, sin ser tampoco algo fuera de lo común. Cuenta con gimnasio, piscinas y una pequeña cafetería, pero lo mejor es el acceso directo a la playa desde el jardín. El parking es pequeño, pero se aparca fácilmente en las proximidades.
Aconsejaríamos que se ofrezca un poco más de información a la llegada al hotel y que se permita reservar hora en el gimnasio para controlar el aforo, pero es una cuestión menor.
Si el cliente busca un ‘chiquipark’ donde ‘soltar’ a sus niños, éste no es su lugar; para quien busca descanso y comodidad, sí. Lo recomendaremos.