En primer lugar quisiera agradecerle a Elvira, la dueña, su exquisito trato y atención hacia mi familia.
También es de destacar el increíble entorno, desde la mágica y espectacular vista de La Manga, más espectacular de noche y al amanecer si cabe, hasta los espectaculares emplazamientos que lo rodean como el maravilloso parque natural de Calblanque, las increíbles calas colindantes, el encantador pueblo de Cabo de Palos, la magnífica y rica gastronomía de la zona y la facilidad de acceso a todo ello, visualmente desde el balcón de la misma casa sin olvidar la vista en primer plano de la laguna de agua salada más grande de Europa, y en coche a 5 min de todo.
Gracias por esta experiencia para no olvidar y espero volver más pronto que tarde. Los niños te mandan besines. Un placer de verdad.
Muchas gracias Elvira,
Un abrazo.