Antonio nos ha facilitado mucho todo desde que formalizamos la reserva: información útil sobre la zona, respuestas en tiempos records a nuestras preguntas, y siempre dispuesto a ayudar.
El apartamento está en perfecto estado, camas cómodas, todo exterior por lo que es muy luminoso y nada caluroso. Salón amplio y cocina preparada.
La ubicación también perfecta para turismo familiar: en frente del paseo marítimo y a unos metros de todos los restaurantes de Furadouro.
Para rematar, cuenta con piscina exterior, otra climatizada (muy grande), un pequeño gimnasio, squash y sauna. Lo hace ideal para ir en familia.
Muy recomendable para unos días de playa y piscina sin grandes ambiciones turísticas.
Antonio es una persona excepcional, desde que llegas y durante la estancia está pendiente de todos los detalles. Si además le sumas que es una zona muy tranquila, que el océano es impresionante, que los Restaurantes son bastante económicos y que la temperatura no pasa de 24 grados, y que incluso por la tarde/noche se agradece una rebeca. Pues eso, un sitio para volver. No quiere acabar sin dar las gracias a Antonio.
A Praia de Furadouro es un lugar precioso,y el condominio Barramares tiene todos los servicios posibles para hacer de tu estancia un paraíso pero todo ello no sería así si no fuese por la profesionalidad de Antonio y su mujer Celia. Siempre te tratan como de la familia, cariñosos y atentos durante toda la estancia.
Para empezar, diré, que la bienvenida de Antonio Jorge fue magnifica, con ese suculento y tipico pastel de la zona y ese vinho verde magnifico. luego, en todo momento, al surgir, cualquier contratiempo, ahí estaba Antonio presto para solventarlo todo. El apartamento esta superbien, n le falta de nada, bueno, una cosa (las cortinas en el salón, jejeje) pro por lo demás, extraordinario, todo muy amplio, y n ha faltado ningún detalle; nos dejo hasta café portugués, buenísimo, champú, gel, vamos, no se podía pedir mas. Furadouro es una pequeña localidad simpática y acogedora donde no falta casi de nada, de todos modos, para nosotros fue nuestro cuartel general de donde partimos para visitar otras localidades como Oporto, Aveiro y Ovar. Aunque eso si, olvidarse de ir allí a bañarse, el mar siempre con mucho oleaje y un frió que desde luego no invita para nada a bañarse, a no ser, que sea en la estupenda piscina climatizada que tiene el complejo, al que dicho sea de paso no le falta de nada. Gracias Antonio
El alojamiento excelente, muy cómodo y con unas vistas impresionantes. El trato inmejorable incluso nos trajeron un dulce típico que estaba exquisito. Desde luego un sitio al que volver.