Genial, una casa de pueblo, donde se cuidan los detalles y donde pasar unos dias de descanso. No tiene WIFI y eso en este tipo de alojamiento se agradece, porque no le hace falta, habia salones de sobra para jugar, hablar, leer...Chimenea con la leña incluida, tocabamos casi a baño por dormitorio, cocina completisima, todo muy integrado y autentico.
Bar a 1 minuto con tapas espectaculares a precio del siglo pasado, caminos para andar, aldeas cercanas para visitar...
Desde luego un lugar de encuentro recomendadisimo para un grupo de 10-15 personas.