LLevo varios años disfrutando mis vacaciones en el Doña Lola Resort y la experiencia es muy buena.
Los apartamentos están muy bien equipados. Las instalaciones son muy buenas y el personal es sencillamente "maravilloso".
La zona es tranquila pero no aburrida. La verdad que disfrutamos mucho tambien del clima, días con calor y noches fescas gracias a su microclima.
Lo recomiendo sin duda.

Como propietarios de Marriott, nos había recomendado Interval International que nos alojásemos en este lugar, ya que se suponía que tiene el mismo rango.
Para acceder a los bloques de apartamentos usted necesita una tarjeta-llave para entrar en el bloque antes de necesitarlo para entrar a su apartamento.
un número significativo de puertas de patio especialmente cerca de la zona de la piscina están equipadas con bardos de acero y había un montón de avisos de seguridad y cámaras CCTV.
La hipótesis inicial es que hay un alto nivel de delincuencia en el lugar.
El bloque de apartamentos que nos dieron no tenía ascensor.
Nos pusieron en la tercera planta.
Al entrar en el apartamento te atrapa el enfermizo olor a ambientador, utilizado para enmascarar el olor de muebles antiguos y el hecho de que no se puede fumar es sólo una exigencia reciente.
Los muebles del salón no habrían estado fuera de lugar en un episodio de Starsky y Hutch.
Los sofás de cuero sintético azul profundo habían visto días mejores.
Los azulejos del baño y la cocina habían sido hechos recientemente pero los viejos grifos, la ducha y los accesorios de cocina parecían los originales.
Los pasamanos en el balcón estaban oxidadas e incrustados en paredes agrietadas. El personal de recepción fue brusco y maleducado.
Decidimos que no volverímos y fuimos a la recepción para decir que nos marchábamos nuevamente.
El hombre de recepción quedó perplejo y preguntó por qué.
'No está a la altura de nuestras expectativas,' respondimos.
Con poco entusiasmo nos ofreció otra habitación, pero nuestra decisión estaba tomada.