Desde hace algún tiempo tuve el deseo de visitar este lugar, pero por alguna razón siempre terminé posponiendo mi viaje.
Finalmente y después de muchos contratiempo, este mes de octubre tuve la oportunidad de ir con un buen grupo de amigos y definitivamente supe que mi instinto no me engañaba.
Después de un viaje un tanto cansado, llegamos en medio de una oscuridad característica de estos lugares. Como a cualquier lugar que se llegue de noche, prácticamente no se puede apreciar nada…
Tuvimos un exquisita cena y de ahí a dormir. Las habitaciones son súper amplias, confortables y acogedoras.
La mañana nos trajo un concierto con un sinfín de sonidos; muchos de ellos desconocidos hasta el momento para mi.
Al abrir las puertas de la terraza de mi habitación mis ojos se llenaron de un paisaje hermoso. Un pequeño lago con una imponente montaña al fondo y una variedad de fauna increíble.
Además del lugar y la excelente infraestructura, el personal hace posible que la estadía sea totalmente inolvidable. Todos son muy amables, amigables y por sobre todo serviciales.
Definitivamente Maquenque es un excelente lugar para salirse totalmente de la rutina. Espero que no se mi ultima visita a este hermoso lugar.
Desde acá les envío un gran abrazo a toda mi gente de Maquenque, gracias por su hospitalidad, calidez y amistad.
Como observación, me gustaría sugerir un Coffee maker en la habitación y un par de vasos.