Un sitio perfecto para disfrutar de la trnaquilidad del campo;sin agobios. Recomiendo comer chuletillas de cordero en asín, el pueblo de al lado.
Realmente es un jardín secreto, en un pueblo mágico. La casa confortable, el jardín con vistas sensacionales, los productos de la huerta y los obsequios alimenticios de Fernando a nuestra llegada, así como su amabilidad, la tranquilidad de este pequeño pueblo que es Orés. Los numerosos gatos que animan a los niños a corretear por el pueblo. El interesante entorno. Esperamos repetir algún día.