Su ubicación es muy buena, al otro lado del río Ness enfrente del centro de la ciudad. Es una zona agradable para pasear y con facilidad para aparcar el coche de alquiler si estás moviéndote por los Highlands. Las instalaciones son muy modernas y está decorado con gusto. La cama es cómoda, está bien insonorizado y el baño es correcto.
De todas formas, nos encontramos con varios problemas:
El auto check-in no funcionaba y en vez de darme una solución, la primera respuesta fue que no teníamos ninguna reserva. Tras el segundo intento, la respuesta fue la misma hasta que saqué la hoja con mi reserva y al tercer intento ya teníamos reserva.
Además a pesar de haber pedido específicamente habitaciones con camas individuales, nos las pudieron de matrimonio. Al bajar a reclamar, al principio decían que no podían hacer nada, pero a los 5 minutos se solucionó con la simple instalación de camas supletorias. Moraleja, si no te quejas, te torean.
Por último, el último día no nos hicieron la habitación sin ningún tipo de explicación.
En cuanto a la atención, sí he de decir que el primer día comimos en el bar del hotel y todo el personal del bar/restaurante era muy amable.
Lo recomendaría porque está bien situado y la calidad es buena en general, pero se debería mejorar mucho la atención al cliente en algunos aspectos.