Hotel situado en el campo a unos 10 km de Perth rodeado de jardines y grandes árboles.
El hotel tiene un auténtico ambiente escoces.
Tiene una buena cocina, tuve la oportunidad de cenar un rosbif exquisito. El desayuno muy bueno, el servicio de camareros destacable. Por la tarde noche es un lugar muy agradable para ti un buen whisky.
El único fallo que les tengo que reprochar fue en recepción, teníamos dos habitaciones dobles y sin informarnos nos dieron una doble y una individual. Menos mal que al día siguiente tras la reclamación no situaron en la habitación que teníamos contratada, pero este fallo es importante y hay que reseñarlo.