Reservamos este hotel por su buen precio y su situación y la verdad no nos ha defraudado. Se encuentra a un paso de la Madelaine y de la boca del metro y se puede llegar andando prácticamente a todos los puntos de interés turístico de la ciudad. Además al ser una zona muy comercial es muy concurrida durante el día y tranquila de noche. En cuanto al hotel, a pesar de ser pequeño nos resultó acogedor. La habitación que nos asignaron era minúscula y el baño también, pero la cama era hermosa y no nos importó demasiado. El desayuno buffet correcto, suficiente, aunque echamos de menos platos salados calientes (huevos revueltos, bacon, salchichas,...). En cuanto al personal del hotel correcto, aunque hay que destacar que no hablan español, cosa que a nosotros no nos importó porque hablo otros idiomas. Tampoco se deshacían en amabilidad y me molestó bastante el hecho de haber llamado desde España para avisar que llegaríamos tarde y que por favor no nos dieran la habitación próxima al ascensor, y aunque no me garantizaron nada, pues suele ser lo normal, fue justamente la habitación que nos dieron. Finalmente, no sentimos en absoluto el ruido del ascensor.Más
- Wifi gratuito