El hotel no cuenta con ascensor, nos tocó una habitación que más que una habitación se parece a una cucha de perro. La verdad que la habitación era de terror, la cama cómoda, limpian todos los días, bastante caro para lo que es, Pedimos una habitacion en otro piso y no quiso ayudarnos, nos trato muy mal el hombre que trabaja ahí, el más jóven, se ve que es el hijo del dueño, el desayuno fue lo único rescatable, las ventanas que dan a la calle están solamente con una puerta, que cuando salis al balcón tenes las demás puertas de los otros cuartos.
El barrio donde está ubicado de noche es muy peligroso, y tiene buenas conexiones de metro, No volvería a ir, ni se lo recomendaría a nadie.