El hotel es majestuoso. La escalera del lobby es extraordinaria. El servicio es amable. La habitación standard resultó fantástica, muy superior a las suites de muchos hoteles. La decoración es muy agradable y lujosa, la cama es muy confortable y grande, y el baño está muy cuidado, aunque no era muy grande. El spa es muy bueno. Y el desayuno buffet es muy completo y variado. La calidad de la comida era muy buena en comparación con la mayoría de este tipo de buffets.
La ubicación en la zona este de Berlín es extraordinaria, junto a la calle más comercial de esta parte de Berlín, la Friedrichstrasse, donde se ubican los almacenes franceses La Fayette, y otros grandes almacenes alemanes y las mejores tiendas del lado oriental de la ciudad. A escasos cinco minutos de la Puerta de Brandeburgo caminando por la famosa avenida Unter den Linden, y a escasos diez minutos de la isla de los museos en sentido contrario por la misma avenida.
Eso sí, en enero hay que ir preparados para el frío del norte de Europa, que no superaba los 8 grados bajo cero, pero que llegó hasta los 16 grados negativos.Más
- Wifi gratuito
- Restaurante