Fuimos a cenar ya que nos habían dicho que era el restaurante de moda este verano, con una mezcla de cocina francesa y andaluza. El sitio bonito, yo pedí gambas de cristal y nos sacaron quisquillas enanas fritas. Las láminas de pulpo buenas. Yo pedí pato por asesoramiento del metre y pensé que esta buen asesoramiento al ser cocina francesa, sacaron para dos personas dos patas de pato pequeñas que estaban durísimas y dos pechuguitas, estaba mejor el puré que pedimos como acompañamiento del pato, mi mujer pidió pollo francés y dejo la mitad por que estaba duro y seco. Mis amigos pidieron cordero y pescado y estaba mejor. Nos pareció muy caro y fallaron en tres platos principales de los siete que pedimos. Poca variedad de vinos de Rioja. No repetiré.
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