Hotel pequeño, recepcionistas muy agradables y serviciales. Con la habitación que nos llevamos una desagradable sorpresa cuando llegamos ya que olía intensamente a tabaco. Nos la cambiaron en cuanto lo dijimos en recepción y la recepcionista nos dijo que era un hotel libre de humo, pero que no pueden evitar que la gente fume en las habitaciones. Creo que si pusieran detectores de humo en las habitaciones podrían prevenirlo, pero si aún así ocurre deberían de asegurarse que no huele a tabaco cuando la limpien entre un huésped y antes de que entre el siguiente.