Experiencia extraña . Buena ubicación , cerca del centro y del Alhambra. Habitación pequeña , como se sabía , pero mantenimiento deficiente ( pintura del techo del baño se está cayendo , no hay bombilla en la lámpara de mesa ) y faltaba champú y gel de baño , aunque el la web lo ponía
Normalmente no hay nadie en recepción , si quieres algo y estas dentro , tienes que salir y tocar el timbre para que alguien te atiende. Hay salón bien decorado , pero con una temperatura inaguantable ( baja , estamos en febrero )
Y la habitación , tuvimos que pedir calefacción , ya que estábamos a unos 16 grados. No hay mucho interés por parte del personal ; cuando nos fuimos , ni un saludo , ni informarse como había sido la estancia ; no se está mal , pero raro, raro.