Es una pena que un buen hotel, por lo descuidado del entorno, pase de tener una muy buena nota, a sólo aceptable. Dar con la puerta G del estadio olímpico, GPS incluido, es bastante difícil. Las instalaciones del hotel son buenas, con unas habitaciones enormes, cómodas y limpias. La calidad del sueño, si te tocan vecinos ruidosos, no es muy buena. El personal del hotel amable y atento, te hacen llevadera la estancia. Posiblemente una de las mejores opciones para eventos deportivos y conciertos dentro del estadio olímpico, y muy cerca de Isla Mágica. Cumplió nuestras expectativas en relación calidad-precio, pero nada más.
- Wifi gratuito
- Restaurante