No os dejéis engañar por las fotos del propietario y algunas más: son de habitaciones que nunca os darán. Mis fotos me las bloquearon en Google.
- La moqueta descolorida, con manchas, deshilachada. Lo mismo ocurre con el soporte de las maletas: inaceptable. Lámparas que estuvieron en otras ubicaciones (el Bar Inglés), y que se colocan en las mesitas, como si su tamaño e iluminación no dejaran lugar a dudas. Las ventanas llenas de mugre y con el barniz desgastado, que fueron oscuras hace treinta años aunque ahora se vean claras. Ese mueble de la televisión al que le han quitado las puertas, y ni siquiera se molestan en barnizarlo. Y como nos alojamos una semana antes de los Premios, nos dieron una habitación de "categoría-superior-y-con-vistas" ... No es eso; es que tienen que blindar el hotel y nos hacinaron a todos en el mismo ala del mismo piso, en la zona de habitaciones cochambrosas. Los desagües huelen, y la cisterna del inodoro descarga a 76dB, es un ruido atronador. Muy lamentable.
¿De verdad es este un hotel de cinco estrellas? Nací en Oviedo, celebré mi boda en la capilla, y de pequeña fui muchas veces a la cafetería, pero me produce mucha tristeza ver la decadencia y la dejadez que solo se enmiendan durante unos días de octubre cada año. En mi humilde opinión viven de los Premios. La notoriedad que les otorga ese evento sitúa al hotel en otra dimensión, y el resto del año no se esmeran en el día a día; no cuidan a quienes crecimos disfrutando de este precioso y entrañable establecimiento.
Y a los novios una recomendación: no os caséis en octubre; os cambian la fecha una semana antes o después sin ningún pudor, esto le ocurrió a una hermana mía. La (in)formalidad en tal circunstancia, está supeditada a la prioridad incuestionable de los mencionados Premios.