Este aparthotel está bien situado, enfrente tiene un Mercadona y un centro comercial con establecimientos de hostelería. Cerca está el centro a unos diez minutos andando, con mucho ambiente. El apartamento está muy bien y limpio, pero le falta luminosidad igual que a los pasillos, la luz es fria. Está todo muy apagado. Las camas son cómodos, la cocina suficiente tiene lo necesario. El personal es muy amable. El desayuno me quedaba justo, por favor mejor sin TV.
Teníamos una habitación con vistas a la calle y nos dieron una habitación interior.