Encontré este hotel por casualidad, para viaje de trabajo. Nos alojamos todo el equipo. Desde el momento de la reserva el trato fue muy amable y servicial. Un oasis de paz a pocos minutos del centro de Bilbao, habitaciones modernas, amplias muy acogedoras y decoradas con muy buen gusto. El entorno, las vistas, la tranquilidad son excepcionales. El desayuno, ¡delicioso! todo casero y fresco. Todo el personal maravilloso, con un trato cercano, familiar y muy amables. Recomendable para cualquier tipo de viajes. Yo volveré con más tiempo y de ocio. Todo un acierto. Gracias Eva, Joseba, nos habéis ganado. Súper equipo!!!