Después de ir a cenar por segunda vez, dándoles otra oportunidad, os puedo confirmar que el "METRE" es un auténtico mal educado, no acepta la crítica constructiva de los comensales, a parte es un "MACHISTA" sirve a las mujeres las últimas y no por error lo hace a propósito, se le advirtió en la primera cena y en la segunda fue reincidente, pareciéndole lo correcto. En resumen "MUY MAL SERVICIO" no voy a volver.

Comimos el menú Berezi de 40 euros + iva. Un poco de jamón de bellota cortado a cuchillo ( muy escasa ración pero muy bueno), un micuit realmente bueno, unas verduras a la plancha con yema ( en el menú ponía hongos con yema de huevo ) que no me gustó mucho y dos lenguados magníficos a la parrilla ( aceite y sal y en su punto aunque a mi me gusta con alguna salsita ). Postres caseros sin más y carta de vinos realmente cara.

restaurante con una decoración que te envuelve en una atmósfera acogeradora y relajante que ayuda a centrarte en el buen comer.
Aun estando el restaurante lleno, el nivel de ruido es muy bajo y esto hace más agradable el disfrute de sus platos.
Excelente el servicio y su dinamismo, sin hacerte esperar entre plato y plato.
se puede aconsejar cualquiera plato de la carta.

Somos andaluces que entramos en este restaurante al azar pues desde la calle no se podia apreciar el interior mucho, buena impresion al entrar, pasamos un poco de la carta y pedimos recomendacion al maitre, a raiz de esto solo puedo decir que la calidad perfecta, servicio de maitre y camarero, lo justo para un profesional, llegando y sin pasarse en ningun momento y muy atentos. De la calidad de la cena, igual si pero mejor no perfecta, muchos detalles, muy buena explicación por parte del maitre sobre lo que elegimos, carne, pescado etc, y una buena recomendacion y explicación del vino por parte del maitre, si pasais pedir el postre de torrija expectacular, gracias por habernos hecho pasar un buen rato. Rota (Cadiz)

Hace unas fechas comimos yo y mi pareja en el restaurante Zarate, un gran descubrimiento.
El local esta decorado de forma muy moderna.
Sin embargo lo realmente interesante es la comida. Pedimos de entrante unas gambas de Huelva, justo en su punto y con mucho sabor.
De primer plato pedimos los dos, huevo trufado (nos lo habían recomendado unos amigos) y el acierto fue total. Una mezcla de sabores exquisita y muy equilibrada.
De segundo yo pedí rodaballo y mi compañera mero. Yo disfrute mucho, estaba en su punto, mucho sabor y muy jugoso. Ella no pudo acabar la ración , cosa que agradecí para poder probar el mero, si he de elegir, me quedo con el rodaballo, pero los 2 pescados de 10.
En el postre yo probé el goxua, me gusto mucho la mezcla de textura del caramelo cristalizado que lo cubría y la cremosidad del resto. Mi compi pidió el todo chocolate y también le gusto.
En el tema del vino poco que decir, solo lo pruebo (soy medio abstemio), pero a mi compi le gusto la elección del maitre.
No tenemos ninguna duda que repetiremos y seguramente con amigos para poder compartir semejante nivelazo de comida.
A por cierto, a los cafes invitados, bonito detalle.