Hemos estado alojados una semana y hemos estado genial. Para nosotros al viajar con niños es mucho más cómodo este tipo de alojamientos que un hotel convencional.
Lo primero que hay que destacar es la ubicación y ésta no puede ser mejor para conocer Bilbao. Está muy cerca del centro y en los alrededores tienes todo tipo de tiendas y bares y restaurantes estupendos. Paseando no se tarda más de 15 minutos en llegar a la Plaza Nueva (Casco Viejo) y en 5 minutos estás en la ría y el Museo Guggenheim. A unos 10 minutos tienes Termibus, la estación de autobuses, y en 3 minutos llegas a una estación de metro.
En cuanto al apartamento, tiene todo lo imprescindible para pasar unos días casi como en tu propia casa. Es amplio y muy bien equipado. Incluso tienes lavadora que en el caso de llevar varios días viajando por España como era nuestro caso nos vino perfectamente.
Tienes una cafetera Nespresso y una normal. Horno, vitrocerámica, lavavajillas,.....
Las habitaciones son muy amplias y el baño también perfecto.
Nosotros optamos por aparcar el coche en el parking privado, con acceso directo en ascensor al apartamento que es caso de lluvia se agradece.
Desde luego si volviese a Bilbao optaría sin duda por este alojamiento.
El único aspecto negativo es la limpieza diaria del apartamento algo que sugiero mejorar.