Las fotos de la web, no se corresponden con la realidad. Nos alojamos ocho días en agosto del 2019. Al llegar a la casa nos encontramos que el césped no existía pues estaba todo quemado y solo quedaba tierra y raíces secas. Muchas plantas de los parterres estaban secas. La piscina, aunque el agua estuviera limpia, no daba esa sensación pues la pintura de las paredes y fondo estaba levantada o descascarillada, aparentando estar sucia. Una hamaca rota al igual que la sombrilla que nunca pudimos abrir. La casa o villa, aunque pueda parecerlo en las fotos, no está cerrada completamente con muro alrededor. La cerradura de la puerta principal estaba rota pues no se podía pasar la llave, creando preocupación e inseguridad por las noches y en nuestras salidas diurnas a excursiones. Las ventanas sin store para la oscuridad, entrando luz desde muy temprano en los dormitorios y sin contraventanas, obligándonos por la noche a tenerlas todas cerradas por seguridad y sin opción a tener ventilada la casa...y algunos etcéteras más!
Comentar que tienen numerosos gallos, gallinas y gatos sueltos por la finca para quien le guste los animales y no les preocupe tenerlos caminando a sus anchas cerca de la puerta de la casa.
Lo mejor, el trato agradable y cercano que nos ofreció la señora Alejandra, responsable de atendernos a nuestra llegada y durante la estancia. También Mimi y Kati, dos simpáticas burras que se encuentran anexas a la casa y que visitábamos a diario. Zona tranquila y situación aislada de la casa.
Estuvimos en esta villa , este pasado año y nos pareció excelente todo, desde la acogida de la reserva hasta el trato de la señora de la casa , con su amabilidad característica.
Las instalaciones y mobiliario, se notan muy nuevos , y que se han preocupado de escoger un mobiliario acorde con el resto de la finca .
Es un lugar apartado , pero perfecto para desconectar .
100%recomendable .