Fui con mi hijo pequeño y me llamó la atención la terraza tan agradable con tantas plantas en el exterior, el cocinero super agradable y atento que nos dejó elegir la mesa donde sentarnos, nos sorprendió su carta con comida de mercado con todo fresco y casero y para mí hijo le hizo unos spaghetti que tenía fuera de carta con una salsa natural de tomate, trato muy atento y amable por parte de la camarera que estuvo pendiente de mi hijo en todo momento para que estuviese lo más cómodo posible, como en casa nos hicieron sentir el tiempo que estuvimos disfrutando de la comida.