Estuvimos en un apartamento para dos personas, el 103. No sé si los demás serán igual, pero este fue excelente para lo que nos costó.

Gabriel fue muy amable al recibirnos.

La habitación tenía de todo lo que necesitábamos: cafetera, tostadora, microondas, vajilla, lavavajillas, estropajo, vitrocerámica, un pequeño frigorífico-congelador, una mesa para desayunar, dispensador de jabón en el baño, secador de pelo. Y todo estaba muy limpio. En ningún momento nos dio "asco", como en otros apartamentos, usar la vajilla o los electrodomésticos (el que sea escrupuloso me entenderá).

La habitación era lo suficientemente espaciosa. Tiene una ventana en la zona de la cocina que da a un patio de uso particular de esta habitación. El patio es muy útil si quieres tender o airear la ropa y las toallas.

El armario es grande, con buenas perchas.

Frente a las camas hay una puerta que da al patio. Es cierto que si se abre, te pueden ver (y tú puedes ver) a los de la habitación de enfrente. Pero si se deja entreabierta ayuda a refrescar la habitación por la noche.

Como en los comentarios habíamos leído a clientes quejarse del calor, les pregunté a través de su web si podríamos disponer de un ventilador de pie, en caso de que no hubiera de techo. Nos respondieron que sí había ventilador de techo. Aun así, al llegar a la habitación nos encontramos con el ventilador de pie :)

Hacían las camas a diario.

Tuvimos suerte con los vecinos. Antes de las doce de la noche dejaban de hacer ruido y bajaban en volumen de la tele.

En cuanto al ruido nocturno de la calle, nulo. Silencio absoluto.

La playa estaba muy cerquita andando. Además, a pocos metros hay una pequeña plaza en la que durante nuestra estancia hicieron eventos gastronómicos y conciertos gratuitos.

En los alrededores del hotel hay numerosos locales en los que comer bien. También hay un par de supermercados, farmacia, óptica, tiendas de ropa... Todo a la mano.

Nosotros escogimos este apartamento como base para desplazarnos en coche al Garajonay y otros lugares de senderismo de la isla, y estamos muy satisfechos con la elección.

En la parte negativa (aunque lo positivo lo supera por mucho):

No me gustó tener que pagar por adelantado (aunque parece que es algo habitual en las Canarias).

El soporte de la alcachofa de la ducha estaba un poco vencido.

Mi pareja echó de menos un espejo de cuerpo entero.

El ventilador de techo daba más ruido que aire, y además no estaba sobre las camas. Si no nos hubieran proporcionado un ventilador de pie hubiéramos pasado mucho calor.

Nos hubiera gustado tener una cama doble, en lugar de dos individuales (aunque esto ya lo sabía cuando lo reservé). Las camas eran demasiado duras, eso fue lo peor de la estancia.