Tres amigas disfrutamos de una excelente cena, en un ambiente selecto agradable sin ruidos cuidado con esmero. Puedes degustar de una carta variada con unos platos bien elaborados con calidad y cantidad. El personal muy amable y atento desde las camareras y el cocinero Alfredo. Lo recomendamos

Fuimos en dos ocasiones, almuerzo y cena; y salimos muy satisfechos de la comida y la atención recibida. Éramos siete personas y comimos platos variados: cherne, atún, pasta, surtido de quesos, almogrote,... Todo estaba buenísimo, muy bien presentado y cantidad. ¡Enhorabuena!

Lo he visitado como media docena de veces. Ninguna de ellas había excesiva demanda. Siempre me satisfizo la atención, la oferta y el coste. Qué más puedo pedir?

Los dos menús de navidad que ofrecía el restaurante (de 26 euros y 28 euros) fueron bastante decepcionantes. Sólo se salvaba el coulant de chocolate, es decir, el postre.

- La ensalada...elaborada a partir de enlatados, poco ingrediente fresco... (con lo fácil que es que una ensalada quede rica!)
- El bacalao, ni fú ni fá (lo mismo te daba comértelo que dejarlo en el plato y bastante insípido). El arroz que lo acompañaba era pastoso y malo.
- La carne, la verdad sí estaba buena (del menú de 26 euros). Lo único que sirvió.
- El pato, salado como la pilla y super crudo.
- Las papas, PICADAS y probablemente reutilizadas.
- La pasta, mala...

EN FIN, un fiasco...para lo que se supone que es este restaurante, no lo recomendamos para nada. El año que viene, iremos a otro.

Comedor prácticamente completo para la cena debido a concentración de coches rallie y una sola camarera para toda la sala.
Pasta negra rellena de salmón, totalmente insípida, sin sabor a nada.
Muslo de pato, extremadamente grasiento.
Postre, mezclas raras y nuevamente sin sabor.
Pagamos un alto precio por una calidad pésima, y finalmente terminamos cenando en una cafetería próxima.