Bonito, acogedor, céntrico y cómodo hotel boutique, situado frente al antiguo estadio insular. Con habitación amplia y bien equipada, moderna y bonita. Cama confortable, buena wifi gratuita, y un excelente desayuno incluido. Pero lo mejor es la atención y amabilidad de Manuela, siempre atenta y servicial. Para repetir sin duda.

Íbamos con una gran expectativa por los comentarios y quizás eso hizo que nos defraudara un poco.
Por empezar por lo peor, el desayuno. Intenta ser un desayuno personalizado pero se queda en un desayuno escaso y con muy pocas opciones. Solo un poco de embutido una taza minúscula de cereales sin opción a elegir, algo de yogurt, pan y mermeladas y solo zumo de naranja por lo que me tuve que comprar yo otro tipo de zumo. Los días que estuvo Manuela nos ofreció una tortilla pero los anteriores no nos dijeron nada.
Las ventanas y puertas no aislaban mucho ni de frío ni de ruidos y algún cristal estaba roto.
La habitación es muy bonita, comoda y espaciosa y el baño también es enorme y muy bonito.
Pasamos un poco de frío tanto en la habitación como en el baño. Creo que la temperatura en las palmas cada vez es mas baja y los hoteles tendrán que ponerse las pilas con el tema calefacción ya que muchos no están bien preparados.
En cuanto a la atención, Manuela es un encanto y me sabe mal ponerle una nota que quizás es un poco baja para el hotel, pero creo que corrigiendo 4 detalles conseguirán un hotel de 10.

La verdad el mejor hotel , muy recomendable el trato es genial como si estuvieras en casa con tu familia , la habitaciones de lujo camas muy cómodas duchas amplias , baño apartado de la ducha , esta perfecto , el desayuno de maravilla los 6 días que he estaba ahí , variado y siempre a tu gusto , muy recomendable 100 % , la encargada de hotel ( Manuela ) un encanto. Gracias''