El hostal más silencioso que me he encontrado nunca. Habitaciones decoradas con mimo, limpias, cuidadas y continuamente renovadas (nuestro colchón tenía 10 días de uso!). Destacar la gran amabilidad y cercanía de Eneida, que nos dió una estupenda bienvenida y nos ofreció recomendaciones para visitar y comer en la ciudad. Y qué decir del jardín secreto... Todo un lujo poder disfrutar de ese espacio tranquilo y verde en el centro de la ciudad. Para repetir!