Es un hotel elegante y tradicional, situado en una hermosa ubicación frente a la Playa del Sardinero. Es confortable y elegante, y se puede aparcar en la calle de forma libre. La habitación es comoda. algo ajustada en tamaño para una habitación triple, pero no deja de estar bien. Comodidad de camas, y buenos baños. En el entorno a 100 metros hay un conjunto de alternativas gastronomicas. Ubicación muy recomendable.