Hemos ido a este restaurante en pareja y hemos compartido dos entrantes y luego hemos pedido un pescado cada uno.
La Posada del Mar es un restaurante con una carta clásica y poco arriesgada, donde todos los platos que hemos pedido estaban hechos con un género de muy buena calidad y bien ejecutados.
Los entrantes fueron verduras en tempura y gambas gabardina. Las verduras nos recomendaron pedir media ración y era súper abundante. Las verduras tenian una textura triscona y buen sabor, e iban acompañadas de tres salsas. Las gambas a la gabardina (ración completa) eran abundantes y ricas, acompañadas de salsa tártara.
De plato principal pedimos un machote y un mero. Ambos pescados eran de muy buena calidad e iban acompañados de patata panadera.
De postre pedimos tarta de queso y tarta de hojaldre. Ambas estaban correctas aunque tampoco eran impresionantes.
La comida fue bastante cara. Pagamos 133€ dos personas por los platos anteriores, bebiendo cerveza. A mí, personalmente, no me importa pagar por una buena comida con buena materia prima. Pero espero algo más... Platos algo más elaborados o recetas más innovadoras. Me parece que la Posada del Mar no tiene ninguna de las dos cosas, seguramente la carta sea muy similar a una que podríamos encontrar en un restaurante en Santander hace 20 años.
A pesar de que el sitio es agradable, los camareros fueron súper atentos y el género era de muy buena calidad, no creo que vuelva. Por 65€ por cabeza hay muchos sitios en Santander donde se pueden comer cosas de buena calidad y mucho más especiales e innovadoras.