La comida regular, caro y escaso. A la hora de pagar nos dimos cuenta de que nos estaban cobrando 8 raciones de pan. Tras decirles que no habíamos tomado pan, y esperando que nos descontasen los 8,80€, nos vienen con un ticket nuevo en el que cargan 4,40€, en concepto de “pan y servicio”, cuando preguntamos a qué se debe, de nuevo, si no hemos tomado pan, la camarera nos envía a la encargada, y nos explica que es un cargo, por atendernos en la mesa. (????). En ningún momento en la carta venía indicado dicho cargo.
Por otra parte, estuvimos tomando unas cañas en el local, como la temperatura exterior era de 5°, cerramos la puerta que daba al exterior, ya que nos daba el frio. Vino la encargada y, de muy malos modales, nos indicó que esa puerta debía permanecer abierta por la cortina del aire acondicionado. Con su actitud, de prepotencia, no consigue otra cosa que echar a los clientes.
Por otra parte la filosofía de no poner cortos de cerveza no es la adecuada para esta zona de León.
El pincho de nachos deja mucho que desear, albóndigas con Doritos, salados en exceso y demasiada grasa.
Viajamos en grupo a León y tengo claro dónde no volveremos a parar. El resto de sitios de la zona de 10.