Es un restaurante que se llena los fines de semana y que, aunque reserves, nadie te quita la media hora de espera. Luego ya dentro el servicio de sala funciona bien y la comida llega rápidamente. El cordero es excepcional aunque la especialidad es el cochinillo; uno de los mejores asados que he tomado en mi vida y es uno de los platos a los que vuelvo con asiduidad. El precio se suele ir a los 60 euros/pax y los márgenes son muy altos en los vinos. El Pago de Carraovejas es el vino de la casa y cuesta 36 euros. Difícil encontrar botellas por debajo de los 30 euros en toda la carta. Volveré porque el cordero -21 euros la ración- es único.
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