Fui con mi pareja, buscando un restaurante novedoso y bueno, lo encontramos.
El sitio nos encanto, la decoración esta muy cuidada. Eramos bastante novatos en el tema de comida mexicana, pedimos un poco al tuntún y todo lo que pedimos acertamos, quedamos saciados tirando a llenos. Cada plato hay que decir que muy bien elaborados y una presencia muy buena, todo para compartir entre los dos.
De primero cogimos los nachos rancheros, deliciosos. Después pedimos unos burritos también deliciosos y para termina fajitas de pollo, también muy buenas. Después pedimos un postre, el pai de limón que es una crema de limón que nos encanto. En resumen, nos gusto mucho y pensamos volver no tardando. Calidad precio muy bueno.
Como pegas, por poner alguna, percibimos algo raro con respecto al dueño a la hora de dejar asesorar en cuanto a que pedir y cantidades de comida. Y otra es la música, al principio de la velada eran rancheras y música ambientada, pero después añadían canciones que nada que ver, totalmente descontextualizadas que te sacaban un poco del buen ambiente.