Mi pareja y yo ya nos habíamos alojado un año atrás en este B&B, quedamos tan contentos que nos dijimos a nosotros mismos que volveríamos, y como lo prometido es deuda, así hemos hecho. En la primera ocasión nos hospedamos en el primer piso, mientras que esta vez nos tocó la segunda planta.
La segunda planta es tal vez un poquito más pequeña, cuenta con tres habitaciones, una cocina y un baño que da al exterior. Nosotros nos alojamos en la habitación número 4, que es muy luminosa y la cama es una vez más, totalmente confortable. La cocina es más pequeñita también, pero tiene todo lo necesario para preparar la comida. El baño está separado por una puerta corredera de la cocina y se divide en dos partes, a mano izquierda el wc y a mano derecha la ducha. A primera vista puede parecer un poco desagradable ducharse de cara al exterior, pero no hay ningún problema, nadie te ve y la ducha no es fría.
En nuestra primera vez no habíamos subido a la azotea, así que en esta visita decidimos que no podíamos pasar sin subir a verla, y verdaderamente mereció la pena. Tienen varias mesas, sillas, tumbonas, además de mantas y velas para disfrutar de la terraza. Las vistas son immejorables.
Sin lugar a dudas es todo un acierto alojarse en este B&B, es económico, el personal es muy amable, está bien situado, tienes derecho a cocina, todo está muy limpio, te dan toallas y café y té por la mañana, tienes total independencia para entrar y salir con la llave tal y como tú quieras, las normas de convivencia funcionan a la perfección y todo el mundo es muy respetuoso, en la habitación tienen aire acondicionado y en el baño gel y champu del establecimiento. El check-out se hace a las 11, que a diferencia de muchos sitios no es una hora salvaje de madrugada, además, si tu vuelo sale más tarde, puedes dejarles las maletas y pasar a recogerlas más tarde. Para mi, ni un solo pero, sino que todo es perfecto.