Hemos vuelto al Andante de nuevo con la familia y la experiencia, de nuevo, ha sido fantástica. Hotel cuidado, servicio muy amable con detalles con los niños. Las habitaciones son cómodas y muy bien decoradas.
En la terraza tienen piscina y unas de las mejores vistas de Barcelona.
Para conocer la ciudad la ubicación es muy cómoda. Muy céntrica, a pocos minutos del mar y de las Ramblas, mercado de la Boquería...
Nos volverán a ver.