Hemos ido dos veces, para intentar contrastar la opinión entre los dos días. Y no ha mejorado. Valoramos los platos que comimos:
- Crujiente de cramembert: te esperas tiras de queso y que no sea algo pesado. En la realidad es un mazacote de queso que por cantidad genial, pero incluso para nosotras amantes del queso se nos hizo interminable (igual para compartir entre 4 bien).
- Pulpo a estilo del chef: no vale el precio que pagamos (14€). Ni por textura ni por sabor ni por cantidad. Pedir cualquier otra cosa.
- Torradas: están bien, de cantidad de ingredientes bien.
El sitio es agradable, la música está bien y el servicio es bueno.
Creo que con mejoras en la Carta sí puede merecer las 4 estrellas y media que tienen ahora.

Debo reconocer que me molesta haber tardado tanto en descubrir ElDiset, a pesar de ser del barrio y una habitual de sitios de vinos y tapas. Pero ya me he hecho un plan para recuperar el tiempo perdido e ir, como mínimo, una vez por semana.

Es un sitio que lo tiene todo: cabe el número de personas ideal; la distancia entre mesas es muy correcta; la música muy acertada en cuanto a volumen y variedad; la iluminación tenue e íntima pero que te permite ver la cara de tu interlocutor; los camareros amables sin ser pesados y la temperatura es muy agradable.
Con todo lo anterior creo que me podría conformar con casi cualquier tapa mínima, cara y grasosa acompañada de un vino que te sirven sin que veas la botella en una copa opaca (muy típico en Barcelona..). Pero ¡no!, nos sirvieron un Albariño fresco, delicioso, con todo el ritual que el vino merece, junto a una tosta exquisita de humus con zanahoria, un camarero guapo y atento, mientras disfrutaba de confidencias y risas con mi amiga.

La felicidad existe.

Ambiente muy tranquilo, atención esquisita y comida de muy buena calidad. Los vinos muy buenos al final nos invitaron a un chupito de Ratafia, muy, ¡muy buena.

Lo mejor .... la atención personalizada y asesoramiento con conocimiento!!!! Todo lo que probamos estaba bueno !!!! Si vas , déjate orientar ....

Íbamos tarde a cenar, y tomamos un guacamole y unas torradas. Todo muy rico. En el vino quizás pagas el estar en el born. Pero repetiríamos sin dudarlo