Fui con una amiga. Ya había comido allá previamente y me gustó. Pedimos una ensalada, pulpo y mejillones. Los mejillones eran horribles. De mala calidad, pequeñas, secos. Cuando quejamos, el camarero los sacó de la mesa, y nos dijo que iba a decir algo al cocinero. Volvió con la cuenta, con el precio de las mejillones incluidos, sin decirnos nada más al respecto. Me parecía una falta de respeto muy gorda. Repito, los mejillones eran horribles y de mal gusto. Podían haber pedido disculpas, como mínimo. Pero nada.
Normalmente, mo me quejo en los restaurantes, ni escribo opiniones. Pero está vez tenía que decir algo. El restaurante está bien, las porciones generosas y mayormente bien presentadas. Bonito terraza. Pero los mejillones y atención al cliente, muy muy mal!