Estuve en este hotel cinco días a finales de marzo. Fui con mi pareja, y la verdad que los dos quedamos encantados. Nosotros lo reservamos a través de una oferta de otra pagina web y nos incluia desayuno, y todo perfecto. El buffet del desayuno perfecto, con variedad y calidad. La habitación amplia, limpia, impecable, con ese olor característico de los hoteles de la cadena Silken. Y respecto a la situación, aunque no esta céntrico, tiene la parada de metro Glories en la puerta y puedes ir a cualquier punto de la ciudad sin problema; además, la sagrada familia esta a 15 minutos a pie caminando. Respecto a la zona de la terraza que esta en ultima planta, cuando nosotros estuvimos estaba cerrada, pero hay una piscina (demasiado pequeña diría yo) y un bar, que estaba cerrado a ser invierno. En resumen, un hotel muy recomendable para todos aquellos que visiten Barcelona, sobre todo para parejas, amigos, trabajo...y quizá no muy recomendable para familias con niños.