Estuve comiendo la semana pasada en este lugar encantador. Llego y no había mesas disponibles, pero me dijeron de volver más tarde. Vuelvo y me dan una mesa. Los propietarios (me imagino) excelentes anfitriones, me explicaron la carta, las recomendaciones e incluso la señora se tomo el tiempo para traducirme palabra por palabra del catalán al castellano. Un amor de señora y su hijo tal cual, muy atento a todo. Gracias por el buen momento que pasé ahí. Si vuelvo a Barcelona, seguro vuelvo con ustedes.
La comida toda, toda una exquisitez, cada platillo lo saboree al máximo, incluyendo los caracoles que era yo escéptica de probar, me encantaron.
Chicos si piensan viajar a Barcelona y quieren comida catalana, no lo duden, les recomiendo este lugar 100% ahhh pero es mejor primero reservar .
Saludos desde Austria a todo el staff
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