Teníamos dudas sobre la conveniencia o no de hacer el viaje por todo lo que por desgracia está sucediendo con el coronavirus, pero la verdad es que ha sido un viaje perfecto.
El hotel cumple todas las normas de seguridad (gel hidroalcohólico por todas partes, camareros y personal siempre con mascarilla, etc)
Incluso los desayunos y cenas se hacían con sensación de mucha seguridad, por la mañana el bufet lo tienen controlado para que te sirvan la comida, y que así sólo los camareros se puedan acercar minimizando el riesgo. Y otros productos como la fruta, etc, están en recipientes individuales.
La comida era fantástica, digna de Galicia,, llevábamos media pensión y la calidad y sabor de las cenas eran espectaculares. Por poner un pero, un poco justas las opciones al dejar elegir sólo entre dos primeros y dos segundos.
La habitación espectacular de grande, muy limpia y con medidas COVID como lavado de sábanas a 60 grados, etc.
Por poner algo, estábamos en una junior suite, y al ser la última planta a mi mujer le molestaba un poco el ruido de los motores por la noche. Pero yo la verdad es que dormía perfectamente.
Y el personal del hotel muy amable tratando de conseguir una estancia perfecta.
Y Galicia como siempre espectacular de bonita.