Las habitaciones son justas de tamaño en el hotel en los apartamentos más amplías. El desayuno es pobre, nada caliente y simplemente correcto. Da la impresión de que dan el servicio con muy poco personal y todo queda demasiado sencillo. También tienen apartamentos familiares, las calidades son sencillas pero cumplen su cometido.

Me he hospedado anteriormente con mi pareja en este hotel al menos dos veces: bien ubicado, buen servicio, habitaciones cómodas y calidad-precio más que razonable. En esta última ocasión me hospedé con una amiga. El check in fue perfecto, pero el check out vergonzoso. 11 minutos pasadas las 12h (el límite), recibimos la llamada de recepción, de muy mal modo, de que debíamos abandonar ya la habitación porque la necesitaban. Un lunes! Y encima, con mi amiga encontrándose mal. Nos quedamos heladas. Bajé antes y corriendo para adelantarme, y el personal de Recepción, muy pero que muy desagradable hizo caso omiso al porqué de nuestros 11 minutos de retraso, ni siquiera preguntó que ocurría o se ofreció a ayudarnos. Jamás, nunca, en los múltiples viajes por diversos países que he realizado me han tratado así. En este caso ha pesado muchísimo más lo malo sobre lo bueno. Y no, me niego a recomendar un lugar en el que me hospedo y me tratan así.