Camas cómodas, agua minibar gratis, habitación grande, luminosa, las cortinas descolgadas (a tramos), el papel desgarrado (en un rincón), las pelusas del suelo acompañando. El baño ochentero total. Tras un incidente muy desagradable, nos cambiaron (para desagravio) a una habitación superior: cama extra grande, albornoz, zapatillas, bandeja de frutas...el mobiliario y el baño en mejores condiciones. desayuno muy bueno y surtido. A destacar el agrado, simpatía y educación del personal y la profesionalidad de una recepcionista (morena cabello largo) que dió solución a un problema complicado para el hotel
- Restaurante