Me lo pase en grande en este hotelito a las afueras de Madagascar, la compañia de lo mejorcito que te puedes encontrar por estos lares, la comida de calidad superior, además te la sirve Tomás, que a la vez es el que limpia las habitaciones y el que te arregla las cañerias en caso de averias (jeje). Y no se quejen del ruido, es ruido sano.
Lo dicho 12% recomendable y ademas con vistas al palacio de mis pelotas.
Es un hostal de poca categoría, enfrente hay un prostíbulo. Al parecer de la misma empresa, el personal que lo atiende no es ni aficionado a la hostelería. Más que un hostal parece otro prostíbulo. Ruidos, risas, voces y un servicio de cafetería propio de una tasca de barrio pobre.
La ubicación no es la mejor pero en mi caso estaba cerca de mi destino. Ruidos por las noches que molestan. Tacones música risas y demás. Gente fumando por los pasillos y ceniceros incluidos.
No lo recomiendo para descansar, ahora si quieres compañía, la tendrás asegurada.
