En la zona hay multitud de restaurantes, de todos los estilos y clases, este en concreto no llama mucho la atención, pero dimos unas cuantas vueltas y nos fijamos que es donde entra la gente que vive por allí. Al final se llenó del todo.
El menú del día es económico y castizo, nos gustó mucho la sopa castellana.
Nos sorprendió bastante la cantidad de platos a elegir en los menús del día, hay dos menús del día llenos de platos y luego la carta normal. También permiten combinaciones de dos primeros o incluso un único plato.
No es un restaurante para ocasiones especiales pero la verdad es que nos sentimos bien y salimos satisfechos de comer un menú del día.