He pedido un café solo doble y me han servido un café aguado muy malo imbebible. Era agua marrón. Me han dicho que la máquina los hace así, que está con arreglos y que comunique mi queja. Eso sí, he pagado 3,20 euros por un sorbito. Tonta de mí que tenía que haberme ido sin pagar.
Es la segunda (y última vez) que piso este local. Hace unos años tuve otra mala experiencia con un camarero que trabajaba entonces ahí. El persona no vale un duro. Lamentable.
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