Fantástica experiencia!!!! Desde que no montamos en el winebus intuí que aquello iba a ser algo más que una jornada de cata de vinos. Ignacio consigue que el trayecto hacía las bodegas, sea de por sí entretenimiento y diversión. Ya en nuestro destino, la visita a las instalaciones, las explicaciones, y por supuesto, la cata de los tres vinos (con aperitivos y canapés incluidos) nos dejaron una sensación muy agradable, por la hospitalidad y simpatía del representante de las bodegas. Pero aquí no se quedó todo.De vuelta al winebus para terminar el día con una visita nocturna a la ciudad de Toledo, picoteos varios y hasta mojitos, lo que nos permitió conocer un poco más a fondo al resto del grupo, e intercambiar vivencias y experiencias. Gracias Ignacio por tu simpatía y buen hacer.
Por lo que a mí respecta recomiendo la experiencia a todos lo amantes del vino y también, porque no, a los que no sean tan aficionados.Seguro que el winebus consigue atraerles hacia su mundo.