Tengo que decir que esperaba una simple excursión al campo. Pero nada más allá de la realidad. La visita a los viñedos, las conversaciones con el dueño de la bodega y sus historias, son un pequeño master en vinos. Los paisajes, el vino y los paseos por las bodegas de Ribera del Duero, para mí fueron una experiencia enriquecedora y con un toque de poesía. Ignacio es un “GIGANTE”, tremenda su compañía.
For all those foreigners looking for one of the best experiences in Spain about wine. Don’t miss the Winebus.