excepcional restaurante en el centro de Madrid, donde pasar un buen rato de cervezas hasta una gran comida y cena donde la calidad del producto y el trato es inmejorable.

Por dos días consecutivos estuvimos esperando un pedido de comida. La primera vez fuimos comprensibles, la segunda nos pareció una tomadura de pelo. Nos atendió el encargado y fue quien nos dejó tirados el segundo día. Si no pueden dar servicio mejor no ofertarlo.Todo un desastre.

Hicimos un pedido para entrega a domicilio con un día de antelación, que no nos sirvieron alegando que no lo habían recibido, nos pidieron mil perdones y nos aseguraron que al día siguiente si queríamos nos entregaban la comida. Aunque se trataba de un evento familiar decidimos postponerlo un día. Nos aseguraron que vendría el responsable a entregarnos el pedido en persona. Por segundo día consecutivo no se presentó nadie y por segundo día no pudimos celebrar el evento. Lamentable e inadmisible

Se trata de un restaurante con una decoración sencilla pero muy agradable, muy iluminado y con un salón con mucho espacio.
La comida es muy buena y el servicio está cercano a ser un poco lento en ocasiones.
El precio de los platos está dentro de lo normal.
El precio de sus vinos está sobrevalorado lo que no te motiva a pedir otra botella.

Cambió de dueño y hacia mucho que no íbamos y no lo sabíamos. Aunque pedimos cosas que conocíamos de antes, ya no estaban nada igual. No nos gustó. Nos encantaba ir, pero ya no es lo que era. Adiós Casa Mundi.