He vuelto a este alojamiento después de dos años y la evolución ha sido una sorpresa muy grata. recuerdo que hace dos años nos pareció un alojamiento excelente, ahora nos parece por encima de la excelencia.
Nacho y Carlos siguen cuidando con mimo todos los detalles y las necesidades de los huéspedes. La limpieza sigue siendo inigualable (no podrás encontrar una mota de polvo aunque lo busques) y el gusto en la decoración es impresionante. Parece un cuento de hadas.
La situación geográfica donde está ubicada la casa es en medio de un paraje natural protegido y restringido. Si necesitas tranquilidad, naturaleza y cuidados, este es el mejor sitio.
La huerta murciana es preciosa, los árboles una maravilla, incluso cuentan en su espacio con un olivo de 350 años enorme y precioso.
Es un lugar increíble, la casa es preciosa, el entorno también, y Nacho y Carlos son encantadores. Merece mucho la pena!
Muy bien situado dentro del parque natural de Calblanque. Los propietarios, encantadores, nos hicieron la estancia muy agradable.
Esperamos volver pronto a desayunar en esa terraza al solecito mientras el olivo centenario nos observa pasar por este mundo.
Tres días en las Jordanas en un ambiente familiar acogedor donde la cortesía significa generosidad sincera de un dos personas únicas . Fui a ver el mar y encontré además de las olas ....la huerta el árbol la sencillez y la bondad. TOTAL.
Lugar mágico en un parque natural ideal para pasar unos días de relax, deporte, disfrutar de la naturaleza o todo a la vez. La casa está reformada con mucho encanto, tiene buenas vistas y el patio/jardin/terraza da mucho juego para todo, desde desayunar, tomar el sol, leer, relajarte etc. Los anfitriones son muy simpáticos y sobre todo siempre dispuestos a recomendar actividades y planes por la zona, además de prestarnos las bicis y aletas+gafas para hacer snorkel.
Volveremos.... gracias por todo chicos!!